Termino aliviado una revisión decepcionante
de estrategias de prevención primaria de suicidio. Abro el libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu y leo
esto
Es noche electoral, así que hay
que aprovechar la serendipia. En la sanidad actual, la de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), tenemos hasta cuatro tipos de prevención y todas llegan a “oídos de los nobles”. Pero imagino que están liados con cosas
importantes. Por ejemplo, expedientar a Virginia Ruiz@roentgen66 por esta entrada
En lo que respecta al suicidio y la prevención
primaria, procrastinar recomendaciones de nivel de evidencia mejorables es lo
que se lleva. Y eso que todas las guías coinciden en señalarlo como
un problema de salud pública. Hay un punto clásico de acuerdo: poner el foco en Atención Primaria (AP). Como la gente va más a
ellos… “no queda otra” que responsabilizarlos de la valoración del riesgo
suicida. Eso sí, recomiendan que se haga cuando exista una buena coordinación
con atención continuada especializada… ¿y si no la hay?... siempre quedará
urgencias.
El resto de las recomendaciones
son una nebulosa…múltiples factores relacionables con riesgo de suicidio, dos
grupos etarios (ancianos y niños) como únicos de riesgo sin discriminantes individuales,
ausencia de herramientas estandarizadas…
AP: ¿le pregunto
algo a Juan?
MBE: Si crees que
está deprimido, entonces sí
Esa parece la recomendación con mayor
evidencia; que por cierto, casi nunca se hace.
En general, mantener alejada a
la población de métodos de alta letalidad y programas de información para
adolescentes en los colegios, parece lo más efectivo. A la prensa, partiendo de que las campañas de
información pública universal no han demostrado ningún resultado, se le pide
una quimera… léase “evitar un enfoque
sensacionalista del suicidio, sin dramatización ni glorificación del mismo. Se
recomienda evitar asociarlo a precipitantes externos e incidir sobre la
prevalencia de patología mental, la identificación de signos de alarma y la red
a la que acudir”
Imagino que ante la imposibilidad de llevarlo a cabo, directamente obvian el tema.
Un panorama desolador… y no podemos argumentar que lo de prevenir es novedoso. Tampoco el “oído de los nobles”.
Os dejo la revisión más completa y reciente
acerca del tema (Lancet 2016)
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