jueves, 19 de noviembre de 2015

De médicos, hospitales y colas de supermercado


     El autobús, el metro o la cola del supermercado  son contextos estupendos para asistir a disertaciones cargadas de emotividad y exabruptos dirigidos a batas blancas. Raramente la diana es el sistema,  el objetivo somos el personal sanitario. De hecho, mi impresión es que el sistema importa una mierda. Mientras la cacareada sanidad universal englobe al susodicho y además le resulte gratuita, la certeza política de que todo va bien se compra sin problema. Un mínimo resquicio de duda se resuelve argumentado que uno cotiza a la seguridad social desde tiempos inmemoriales y punto. 
     Los médicos somos la bata blanca más mentada en estas situaciones. Es cierto que a veces se escucha hablar de errores, pero  en la mayoría de los casos no se tocan temas técnicos. Se reclaman sonrisas, amabilidad, que atenúen por ejemplo la espera de un resultado o de una revaloración. Se reprochan bocadillos,  cafés a hurtadillas o  cigarros a la puerta del hospital.  Actitudes interpretadas como déspotas, despersonalizadas, indiferentes de entes que pasamos muchas horas por las salas de los hospitales, los resilientes. De las  Facultades de MIRicina a la resiliencia. Interesante período éste… tanto que repito. Lo contaré.
     Nuestras caras mientras sostenemos batas rebosando papeles (ahora dispositivos electrónicos variados), fonendos con campanas decoloradas por multicontacto (eso no cambia) y bolígrafos varios, son un poema después de una bendita guardia.  Hay fotos
     Recorremos pasillos intentando almacenar en el supratentorio datos y deseando que el inconsciente (dado que el consciente está para poco más) reprima experiencias relacionadas con el dolor ajeno. Y nos olvidamos de algo importante. No para nosotros, pero para los de la cola del supermercado, que son los que cotizan. ¿Qué era?

Saliente de guardia. Doy fe.

LA MISMA MIERDA

Todo el mundo occidental está en estado de shock por los brutales atentados de París. Una de las preguntas que me hago con más frecuencia es que cómo es posible que haya tantísima gente que esté de acuerdo, justifique e incluso celebre esta barbarie. Pero en realidad esto mismo pasaba en España hace 4 días. ETA se cargó a 829 personas en sus 36 años de actividad. Cientos de miles de personas no condenaban estos asesinatos. Muchos de ellos lo justificaban. Y algunos lo celebraban.
  • Unos lo justifican con la religión, otros con su identidad.
  • Unos buscan el paraíso en el más allá, otros el paraíso en la Arcadia feliz.
  • Unos tienen por objetivo a todos los infieles, otros a los que supuestamente los oprimen.

Y alguno dirá: "No, pero los yihadistas atacan indiscriminadamente". ¡Cómo si la Guardia Civil o los políticos de PP y PSOE mereciesen ser atacados! Además, de los 829 asesinados, 343 eran civiles.

En su día MacGyver se enfrentó con los terribles etarras. ¿Tendría cojones a enfrentarse con los yihadistas? Seguro que sí.


Evidentemente, también hay diferencias significativas entre ambos fenómenos.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Facultades de MIRicina



     Hace unos meses, a propósito de otra convocatoria más de MIR-EIR-PIR et al., leí este post Médicos técnicos y enfermeras humanistas. El MIR entre líneas y surgieron una serie de comentarios posteriores. En Twitter la limitación de caracteres es un filtro estupendo para prosas veleidosas y arborizadas como la mía. Me veo obligado a reescribir varias veces el comentario para adaptarlo a las normas de juego y de cuando en vez, surge el  "conceto como conceto". Facultades de MIRicina.

     La MIRicina como algo relacionado con la medicina y circunscrito  al período de preparación del examen MIR es harto conocido. Ocurre que se comprimen en un sólo examen muchas asignaturas para cuya respuesta paradójicamente la experiencia clínica no es un factor favorecedor. Durante la carrera de medicina uno asumía que en los meses siguientes a finalizar sexto tendría que dedicarse a escudriñar en asignaturas memorizando de modo dirigido porcentajes “preguntables” de enfermedades raras y sobre todo entrenarse para responder a “preguntas tipo test con 5 opciones que cuentan negativo 1 de cada 3”. Era clave conocer cuándo podías arriesgarte si dudabas entre 2, 3 o 4 respuestas. Resulta bochornoso recordarlo, sobre todo teniendo en cuenta que a lo que nos dedicamos con posterioridad no tiene mucha relación con esto. Pero durante la carrera se estudiaba medicina. 
     
     Desafortunadamente contacté con la MIRicina en dos ocasiones, la primera allá por 2003 y la segunda ocho años más tarde. El examen presentaba pocos cambios, pero me sorprendieron los opositores. Eran auténticos expertos en MIRicina. Habían empezado a recorrer sus entresijos ya durante la carrera de ¿medicina?.

     Como en casi todo lo que sucede, varios factores podrían contribuír a explicar esta situación. Los tentáculos de las diferentes academias, cada vez más y mejor publicitadas,  respondiendo a una doble llamada, la demanda de alumnado y lamentablemente la de los programas de formación de las universidades. Tanto las tradicionales como las emergentes bareman su excelencia publicitando el ratio de alumnos que “colocan” entre los N-primeros puestos del MIR, incluyendo un culto al número con la firma de la matrícula. Además  coherentemente han “adaptado” aspectos de la formación que van más allá de reconvertir los exámenes a “preguntas tipo test con 5 opciones que cuentan negativo 1 de cada 3”. Hay MIRicina desde el primer día. Imagino que esto tiene repercusiones en la formación del personal, y por ende en el usuario al que tratará…¿contará negativo?.  Lo contrario sería contraintuitivo. En la MIRcina no tienen cabida los enfermos, sólo las enfermedades y preferentemente raras. Muy operativo todo.


martes, 10 de noviembre de 2015

¿Quién es Roy Basch?




       Cuando allá por 2004 me identificaba con la singularidad del Grasas, casposo personaje cínico que caricaturizaba el pragmatismo y la funcionalidad del geriatra, frente a Jo, internista meticulosa con una alta dosis de neuroticismo, nunca me imaginé que Roy Basch y yo tendríamos tantas cosas en común. Samuel Shem (tiene wikipedia) es el seudónimo de un autor de culto en norteamérica y sus obras de la Casa de Dios y Monte Miseria son consideradas la biblia entre los estudiantes de medicina. Aquí se trata de textos gamberros, proscritos por sectores de una medicina rancia y paternalista, poco ávida de autocrítica, y que  señala como paradigmática una especialidad marginal en nuestro sistema como la geriatría. ¿Para qué vale un geriatra?... “si llevo toda la vida viendo viejos, me vas a decir tú a mi chaval, cómo tengo que hacerlo”. Comentarios de este tipo percutían mi tímpano y cincelaron mi cinismo durante mis primeros años trabajando como geriatra por las montañas del occidente asturiano Jarrio rules En Cataluña, not in Spain, lo sociosanitario no es un constructo, sino construcciones con geriatras en ellas. Lo viví en Granollers. Un privilegio.

       Ahora, como Roy, convivo entre locos y loqueros, una delgada línea que recorro con frecuentes flashbacks de las vivencias de este personaje cuyo espíritu crítico, gamberro y reaccionario me tiene cautivado. Os dejo las leyes de la psiquiatría de Monte Miseria

       Mi primera aventura en forma de post se la debo por demasiadas casualidades imprevistas a esta saga. Por otra parte es un honor compartir espacio con tanta cultura y puntos de vista diferentes.

lunes, 9 de noviembre de 2015

To Do List: superar 100.000 visitas en Youtube. Done

No tengo elaborada niguna To Do List, aunque quizá sea útil para afrontar la (cercana) crisis de los 40 con al menos un objetivo claro. De este modo, a la pregunta "¿qué he hecho en mi vida y qué me dará tiempo a hacer?" se podrá responder de un modo definido y ordenado, casi cuadriculado. De modo que quizá sea interesante plantearse elaborar dicha lista.

En cualquier caso, un hito que tenía ganas de cumplir ya ha llegado: he alcanzado las 100.000 visitas en uno de mis videos de Youtube. Concretamente en uno realizado con la técnica Stop Motion, cuando tenía mucho tiempo libre. El vídeo es de 2009, pero no sé por qué el número de visitas empezó a despuntar en 2014.



El siguiente hito en este mundillo de Youtube sería llegar al millón de visitas, pero no lo pretendo. Ninguno de mis vídeos actuales tiene opciones, y no tengo tiempo ni ideas para hacer un nuevo vídeo capaz de tal hito. Al menos mientras tenga trabajo.

Otro hito sería tener Youtube como fuente adicional de ingresos. Pero hoy por hoy también lo considero inviable. De momento he ingresado 100 $ en cuenta (70 €), que está lejos de ser considerado una fuente de ingresos adicional.

Me centraré mientras tanto en otras tareas del To Do List: sacarme otra carrera universitaria, aprender un cuarto idioma (tras el castellano, valenciano (catalán) e inglés) y buscar una fuente adicional de ingresos viable. Estoy en ello.