lunes, 27 de junio de 2016

¿Llegará la prevención a oídos de los nobles?

Termino aliviado una revisión decepcionante de estrategias de prevención primaria de suicidio. Abro el  libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu y leo esto


Es noche electoral, así que hay que aprovechar la serendipia. En la sanidad actual, la de la Medicina Basada en la Evidencia (MBE), tenemos hasta cuatro tipos de prevención y todas  llegan a “oídos de los nobles”. Pero imagino que están liados con cosas importantes. Por ejemplo, expedientar a Virginia Ruiz@roentgen66   por esta entrada

En  lo que respecta al suicidio y la prevención primaria, procrastinar recomendaciones de nivel de evidencia mejorables es lo que se lleva. Y eso que todas las guías coinciden en señalarlo como un problema de salud pública. Hay un punto clásico de acuerdo: poner el foco en Atención Primaria (AP). Como la gente va más a ellos… “no queda otra” que responsabilizarlos de la valoración del riesgo suicida. Eso sí, recomiendan que se haga cuando exista una buena coordinación con atención continuada especializada… ¿y si no la hay?... siempre quedará urgencias.
El resto de las recomendaciones son una nebulosa…múltiples factores relacionables con riesgo de suicidio, dos grupos etarios (ancianos y niños) como únicos de riesgo sin discriminantes individuales, ausencia de herramientas estandarizadas…
AP: ¿le pregunto algo a Juan?
MBE: Si crees que está deprimido, entonces sí

Esa parece la recomendación con mayor evidencia; que por cierto, casi nunca se hace.

En general, mantener alejada a la población de métodos de alta letalidad y programas de información para adolescentes en los colegios, parece lo más efectivo. A la prensa, partiendo de que las campañas de información pública universal no han demostrado ningún resultado, se le pide una quimera… léase “evitar un enfoque sensacionalista del suicidio, sin dramatización ni glorificación del mismo. Se recomienda evitar asociarlo a precipitantes externos e incidir sobre la prevalencia de patología mental, la identificación de signos de alarma y la red a la que acudir” 

Imagino que ante la imposibilidad de llevarlo a cabo, directamente obvian el tema.

Un panorama desolador… y no podemos argumentar que lo de prevenir es novedoso. Tampoco el  “oído de los nobles”.
Os dejo la revisión más completa y reciente acerca del tema  (Lancet 2016)