Hay estudios ingeniosos que inducen a polemizar, aún a
sabiendas de que no puede concluirse nada.
A través de la
Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología he recibido esta joya
en la que se mide el tiempo que invierten los diferentes médicos en valorar a
pacientes en Gales. Al médico, con nomenclatura anglosajona impostada, se le clasifica según años resistidos en el
sistema sanitario. También se codifican de modo original aspectos en los que se divide su atención al paciente.
Me gusta eso de las “interrupciones”, que ocupan un tiempo
considerable en los médicos que menos experiencia tienen. La genial hipótesis explicativa
es la jerarquía “es más fácil interrumpir al médico junior”. De todos modos, la
explicación más impactante es la que se da al “mayor tiempo con la familia” que
proporcionalmente invierte el médico con más experiencia: calmar la disconformidad
del entorno por el retraso en una valoración de alguien con experiencia. Estupendo.
Aquí el médico con más experiencia (me resisto a lo de
senior), sobre todo en hospitales
universitarios, también invierte proporcionalmente más en informar a la
familia. En concreto a la(s) persona(s) que se encuentran a la salida de la
habitación y se presentan (o no) como familiares del paciente. Estudiantes, residentes, propios y rotantes,
forman un corro y asienten, cazan pokemons o bostezan. No deja de sorprenderme
como el costumbrismo rancio impregna todavía plantas de hospitales terciarios,
sobre todo en atención a pacientes ancianos, cuya información de salud se
transmite prácticamente en su totalidad a la familia. A tomar por culo,
permítaseme la expresión, la autonomía del paciente en aras de un paternalismo
difícil de comprender, pero que se comparte por tradición formativa. El tiempo
que pasa entre la valoración del R1 (mucho más autóctono que médico junior) y
alguien diferente, quizás también suponga que el adjunto tenga que invertir más
tiempo con la familia… , pero ¿es relevante?
El tiempo de valoración como variable de resultado es un
filón. Da para mucho y para nada. Una nueva entrada en el blog, por ejemplo. Bendita
ciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario