DULCES RECUERDOS DE MIERDAS ANIMADAS

-Los dibujos animados de hoy en día son horribles, en nuestra infancia eran mejores

-¿A qué te refieres?

-No sé, ya no hay esos dibujos dulces y bonitos de cuando éramos pequeños

-¿Como mi pequeño pony y los osos amorosos? 

-No, bueno sí, pero sobre todo los dibujos japoneses como Jacki y Nuca o Niels...

-Ya, sé a lo que te refieres, supongo que Sherlock Holmes o Willie Fog entran en este grupo

-Ahora todo es feo, como Bob Esponja...

-¡Quieto parao!

Y esta conversación más o menos real es la que me lleva a escribir este post.

Siempre tendemos a dulcificar al recuerdo y mitificar lo bueno que era todo cuando éramos críos, como los dibujos animados. Pero seamos sinceros se hacían mierdas como pianos. Veamos unos ejemplos:

Los caballeros del Zodiaco, por poner un ejemplo representativo, eran de lo peor que se podía ver en la tele. "¡Polvo de diamante!", gritaba el alelao aquel.  Tengo que reconocer que no los seguía en absoluto y por eso me es más fácil criticarlos ahora. Porque por la misma regla de tres tendría que reconocer que Dragones y Mazmorras era una bazofia y eso me cuesta más. Pero lo hago: era una mierda. Viéndolo desde ahora hay cosas que chirrían. Por ejemplo, me parece bien que pusieran una negra para cumplir la cuota multiculti pero entonces no le des la peor arma de todas (una pértiga!, qué clase de arma es esa) y, sobre todo, no la vistas de cavernícola caníbal! Pasaremos por alto que el papel de tonto sea para el moreno, probablemente latino, porque como todos tenían la voz doblada en latinoamericano...  

No nos podemos olvidar de la bazofia entre las bazofias, creada en los 70 pero popularizada en España en los 80: Scooby Doo. Me entrentenía de crío pero no es que pueda decir que me enriqueciera. De hecho le echo las culpas de todo mi potencial malgastado a la influencia de Scooby Doo. Mientras Doraemon o el Equipo A se caracterizan también por un argumento repetitivo, todo lo que en estas es entrañable en Scooby Doo es absurdo. Aún me traumatizan aquellas casas encantadas / catacumbas / castillos compuestas por un solo pasillo pero en el que la momia / hombre lobo / monstruo del pantano siempre conseguía pillarlos de espaldas. Además de que al dividirse "hagamos grupos para encontrar mejor al monstruo" mandaran siempre juntos al perro gilipollas y al alto emporrao, habría que ver a los otros tres diciendo "déjales que vayan y cuando el monstruo les ataque vamos nosotros, le quitamos la máscara y ya está".  Y eso sin entrar en la época de Scrappy que, en efecto, crappy era un rato.

Otra mierda absoluta idolatrada por muchos en la infancia y que no puedo dejar pasar por alto es Campeones, sí, Óliver y Benji. Hay millones de argumentos para explicar por qué era tan horrible y por qué sus creadores deberían ser humillados en público pero pondré solamente uno: japoneses y fútbol.

Y, tocando la fibra a más de uno: Dragon Ball. Estuvo muy bien... pero el original Dragon Ball. Después se salvaban momentos puntuales pero la degeneración fue evidente. No ya era el volar, que no me molestaba. O que Piccolo se volviera bueno (¿no era la maldad concentrada que dios expulsó de él?, si en catalán se llamaba Satanás Cor Petit!!). O que pudiendo lanzar ataques a distancia aún se dieran de leches con pies y manos. O que Dios tuviera un negro de ayudante/esclavo (lo salvo porque es de la serie original). O que se siguiera con los hijos y los hijos de los hijos mientras Goku seguía hecho un chaval (ah! sí, que es extraterreste y se envejece diferente... pero entonces por qué Vegetta tiene entradas?). O que, al final, Goku muriera pero no. Bueno, resumiendo y siendo sinceros a mi lo que me jodió es que Ten Shinhan dejara de molar.

Se me ocurren muchas más pero pararé aquí. Y sí, es difícil comparar épocas pero Bob Esponja le pega mil patadas a casi todas las series animadas de los 80.  Adventure Time o The Regular Show, más recientes incluso, también son buenas. En efecto, también hay mierdas  pero no todo lo es. Dejemos de ser viejunos y aceptemos que la época actual tiene cosas salvables en el mundo del arte y entretenimiento que ya hubiéramos querido nosotros. ¡Abramos la mente!



Eso sí, si hablamos de música, todo lo que se hace ahora es mierda. Pero mierda que ni aderezada con porno hay quién se acerque a ella.